lunes, 12 de septiembre de 2011

VENEZIA - qué profunda emoción... recordar el ayer...

EL día en Venecia y como dijo mi mamá: "lo que hay para ver es la Plaza de San Marco", además de las góndolas, los canales y oler... aunque yo más que el olor a cloaca que suelen decir algunos, huelo sólo cuando me acerco a las orillas, a pescado. Hay más olor a pis de gato en algunas casas que olor feo en Venecia (y saben que con las cosas lindas no exagero, al contrario, siempre estoy mirando con los anteojos negros).
 Así fue. Me hice la canchera (o porque en realidad no terminé de entender el tema) y no me tomé ningún vaporetto: me fui a pata. Con mi ritmo que aunque no crean es veloz, igual frenaba en cuanta casa de chucherías o turistadas encontraba en el camino (o sea: mil).
Papá y otros me van a entender: me sentía en la película Laberinto (no sólo por las máscaras tipo David Bowie) ya que para mí eran todos pasadizos cada vez más angostos. Acá no hay autos asi que todos caminando: turistas y venecianos. Nos distinguíamos los primeros por tener siempre en mano un mapa y el mirar atentos cada calle, o con cara de preocupación cada vez que doblábamos y de repente: se acababa la calle!.
 Pero qué maravilla la famosa y querida flecha!! si,si... el dibujito, el ícono de la flecha! me hizo pensar que eso lo entendemos todos: franceses, alemanes, ingleses, argentinos, rumanos... y hasta los chinos o japoneses que supuestamente viven rodeados de simbolos.
 Reitero: como en Laberinto, cuando Sara intenta llegar al palacio de David, seguía las flechas rojas que parecían también, escritas con lápiz labial. También parecía muchas veces que había extraños seres detrás de esas lajas que las daban vuelta para confundir el camino. (Busquen en google el mapa de Venecia y miren qué adorable caracol que es).
 Finalmente llegué a Rialto, un puente de un estilo Ponte Vecchio pero sin tanto glamour. Allí "estuvo durante muchos siglos el centro comercial de la metrópoli mercantil: desembacaban sus mercancías los mercaderes de lejanas tierras, tenían su sede las casas comerciales y bancarias más importantes". 
Y así caminando y caminando, llegué cerca del mediodía a la imponente Piazza San Marco, esa que dicen le encantaba a Napoleón.
en camino a... Si hacen zoom se lee un cartel convencional

cartel alla 'ma sí! igual no es exactamente la simple flecha roja en las paredes a la que me refería en el relato. De ella creo que sólo hay filmación

mi paseo en góndola! JA! quedará pendiente la posta con il mio enamorato, pero para este viaje vino pipi cucu

el gondolero tripa y yo.

subiendo al PONTE DI RIALTO- ya ahí nomás se veía el bardo de negocios y personas

armani hace máscaras venecianas? uhh.. esas deben ser top top, de las que debe usar Valeria Mazza cuando duerme a sus 900 bebés.

vista desde uno de los lados de ponte di RIALTO

llegué!! IL DUOMO DE VENECIA: Iglesia de San Marco (o es Basílica? nunca supe la diferencia)

en el "patiecito" interior del Palacio de los Dux. Raro: ahí podías sacar fotos, o todos los demás lo hacían entonces yo también, pero adentro no.

"pequeña escalerita" para sabir desde el patio intento a las salas del Palacio

vista desde uno de los pasillos del primer o segundo piso (di 500 vueltas, ya ni sabía dónde estaba) del Palazzo Ducale. Y bue... es lo único a lo que se podía sacar

shhhhh!! dentro del Palacio... al menos en una de las espampanantes escaleras que llevaban de piso en piso, rodeadas de esculturas... en vez de poner un potus, los tipos mandaban una escultura. Cada tanto aparecía el cartel de no sacar fotos, pero ahí vi a un par sacando y como dije: yo me copio

en esa misma escalera, al igual que en otras tantas, los techos con molduras doradas (supongo que oro... no compré la audioguía que explicaba) y frescos de distintos famosos autores

vista desde la Sala  del Gran Consejo (donde entra mi depto tres o 4 veces) del mismo Palacio: si no me equivoco se ve el campanario y la cúpula de San Giorgio Maggiore de la isla giudeca (creo) y para el otro lado Santa Maria Salute del sestiere (o distrito) Dorsoduro

con cara de circunstancia, foto de una de las mazmorras donde estuvo encerrado el bendito Casanova

pie que de calzar 35 a 36 creo que calza 38 o 39. Cansado, oreádose mirando la góndola, luce heridas que va juntando desde Roma. Pie que viaja: sufre

desde mi "tour" con el vaporetto: vista del puente de Rialto

vaporetto. bardo de personas!! calorrrrrrrrrrrrrrrrrrr

lindo tour. Vaporetto con la tarjeta que compré ayer y no marqué porque no andaba la maquinola asi que fue reutilizable. Vistas inevitables y típicas: el puentee, y la manada de gondoleros paseando en varios casos: chinos

cuando llegué a "mi" barrio, necesité relajar. Basta de cafés que agujerean todos mis órganos: una fresca sprite y de mantel el mapa de Venecia, con el librito, un cuadernito y la lapicera en mano. (con un zoom, se puede apreciar la hermosa herencia de Mámele que traigo desde Roma: el famoso "brote" nervioso. Negra delicada para muchos)
y si... había zafado de comprarlo en San Gimignano donde vendían unos hermosos y toscanos... pero ahora ya está: tengo mi sombrero Veneciano, pero made in China. qué se le va a hacer!


al lado del negocio de los sombreros... uno de los tantos puentecitos chiquititos y hermosos. Esos que ayer con la valija puteaba y mañana probablemente mucho más, cuando deba cargar valijas. Pero hoy quedaba lindo, igual que el sombrero
 Yo que soy taaaaaaan cultural, no tuve mejor idea que entrar al Palazzio Ducale, o sea, donde vivían ahí los duques, cuando Venecia era re importante, una ciudad- estado. Lujo, pinturas, armas, armaduras, grandiosidad... en fin... un palacio inmenso. Lo más interesante aunque un tanto aterrador fue recorrer la enorme prisión a la que se llegaba desde el Palacio. Pasar por el "puente de los suspiros", pasadizo que se llama asi porque dicen que en el silencio absoluto (imposible con 500 turistas) aun se puede escuchar el eco de los prisioneros pidiendo libertad. Ahí en verdad entendí de qué Casanova hablaba mi mamá. (en realidad lo entendí cuando en el bookshop había miles de libros contando su historia).
 Traté de aprovechar lo más posible EL día en Venecia. El punto turístico más importante ya estaba (después entré a la Catedral- después de larga cola) y hasta me di el gusto de pasear en góndola. Jajaja, sí! no sé cómo en ese caminar aparecí en un mercado de frutas desde donde un pobre gondolero  con una góndola sin lujos ni nada, cruzaba como 7 personas o más de una orilla a la de enfrente por 0,50 euros! JE!. Es un transporte público que usan muchos que van a la feria por ejemplo, y yo... que por 1 euro puedo decir que me subí a una góndola dos veces! Una de ida y una de vuelta. En menos de un minuto ya estaba en el lugar de antes.
 Con la idea de curzarme a ese otro barrio donde están dos museos de arte, me tomé un vaporetto... pero cuando me di cuenta que ya me había pasado de la parada correspondiente, decidi seguir ahí hasta el dock más cercano del hotel. Qué genial! en realidad, mientras yo disfrutaba y filamaba, fue la inglesa que transpiraba al lado mío la que dijo: "pero mirá qué tour nos hicimos sin querer!". Y sí, estábamos recorriendo el Gran Canal, pasando por todas las vistas, recorriendo casi toda Venecia al menos desde el agua.
 Y no fui al Guggenheim ni a la Accademia dell'arte... pero bueno, ya he ido a tantas! Florencia me empapó de obras... y aún debe quedar espacio para el Louvre y todo lo que resta aún fuera de Italia-

mañana desayuno y parto... me voy a Milán, mi última ciudad de la querida Italia.
Tengo ganas de cambiar de paisajes y países, pero juro que me aterra lo del alemán! Por suerte estará hermanita... por suerte vuelvo a reencontrarme con alguien conocido.
El viaje sola está bueno, pero se extraña compartir las cosas con alguien más. (y extraño mucho a bebé Maitiiiiii... no pensé que la iba a extrañar tanto, tanto)